El hidromiel es una bebida histórica cuya preparación se fundamenta en la fermentación de una mezcla de agua y miel, que alcanza cierta graduación alcohólica que varía según la relación de miel/agua y la tolerancia de las levaduras al alcohol. Su uso fue fuertemente difundido por los pueblos de la antigüedad. Se considera que es la primera de las bebidas alcohólicas que consumió el ser humano y se cree que es precursora de la cerveza.
En Europa, lo hicieron y lo bebieron los griegos, romanos, celtas, normandos, sajones y vikingos.
En América, los mayas producían un tipo de hidromiel llamado Balché elaborado con base en agua, miel y trozos de corteza de árbol de balché, del cual la bebida recibe su nombre.
Para los mayas era una bebida sagrada utilizada en ceremonias religiosas y además consideraban que tenía propiedades medicinales, específicamente para tratar infecciones estomacales y utilizada como laxante. En algunas de estas culturas era usado para elogiar a héroes y escogidos.